Yo, yo mismo y mi universo...

La mayoría de los usuarios de las redes sociales no son conscientes de que prácticamente todo lo que publican puede ser visto por un tipo de personas que no sería muy conveniente que lo viesen.

Dejando aparte los temas de ciberdelincuentes y/o acosadores que campan a sus anchas por la red haciendo de las suyas, gracias a los pocos filtros de privacidad que se ponen en los perfiles, hay que tener muy en cuenta a otro tipo de fisgón que se cuela y mira todo aquello que es publicado: los responsables de Recursos Humanos.

Cada vez es más frecuenta ver a empresas de trabajo temporal (ETT) o departamentos de Recursos Humanos utilizando personal especializado para investigar la vida privada de los posibles candidatos a ocupar un puesto de trabajo.

Buscan todo lo que escriben y publican en sus perfiles de redes sociales como Facebook, Tuenti, Twitter... Analizan su conducta, sus hábitos, las fotos que publican, el tipo de mensajes que dejan, su lenguaje, etcétera.

Todos los usuarios, en la intimidad o en los círculos de amistades o familiares, suelen ser de una manera mucho más desinhibida que cuando están con según qué tipo de personas. Y esas conductas son las que aprovechan los expertos en Recursos Humanos para determinar si un solicitante a un empleo es el candidato adecuado o no.

Hay que tener en cuenta que si alguien relacionado con el empleo que se solicita visita el perfil de un usuario, es para buscar todo aquello negativo que pueda descartarle como posible candidato. Nunca acceden para comprobar lo divertido y buena persona que pueda ser el usuario.

Por eso es muy conveniente seguir los cuatro puntos que vienen a continuación y en los que se indican unas pequeñas pautas para que la imagen y, sobre todo, la reputación del usuario no se vea dañada.

1. Mantener el máximo control de privacidad al acceso y búsqueda del perfil del usuario en la red.

Para ello se deben activar aquellos filtros que hagan que cuando alguien busca el nombre y los apellidos de un usuario o la dirección de correo electrónico, a través de un buscador tipo Google, no pueda encontrar el perfil en la red social en la que esté registrado.

Aplicando filtros de privacidad y convirtiéndose el usuario en invisible para los buscadores, se evitará que, en caso de que un usuario esté como candidato en pleno proceso de selección de un empleo, alguien relacionado con la empresa sea capaz de encontrar algo negativo sobre él.

2. Vigilar las fotos que son publicadas y en las que aparece el usuario.

Este es otro de los puntos más importantes a tener en cuenta. ¿Cuántas veces salimos de fiesta, y acabamos haciéndonos fotos divertidas e incluso un pelín desmadradas? Lo peor que puede ocurrir, es que se busque un empleo de responsabilidad y el responsable de Recursos Humanos vea unas fotos en las que el candidato sale medio borracho, con los pantalones bajados... O si nos ponemos en el caso de que ese candidato es una chica que ha ido a la playa con unas amigas, ha hecho topless y alguien del grupo hace una foto y la cuelga en el muro etiquetándola. Posiblemente esa chica no querría que el que iba a ser su jefe de personal viese sus pechos antes de hacerle una entrevista de trabajo.

Muy probablemente, el lector de esta noticia no tendrá ninguna fotografía de este tipo, pero hay muchas personas que sí y circulan rápidamente por toda la red una vez que alguien la ha colgado. Hay que procurar que las celebraciones privadas, cenas, juergas y actos familiares se queden ahí... en la privacidad.

3. Controlar las etiquetas en las fotografías y vídeos.

Otra de las cosas a tener sumamente en cuenta es el etiquetado en fotografías y vídeos. En muchas ocasiones son otras personas las que suben a sus muros fotos y/o algún vídeo en los que salimos y rápidamente nos etiquetan. A veces los usuarios no son conscientes de que se tomaron esas instantáneas y, por lo tanto, las poses o conductas no son, quizás, las más adecuadas para ser exhibidas.

Algunas amistades o familiares también pueden tener la, nada recomendable, costumbre de etiquetar a todos sus contactos en fotos que nada tienen que ver y que, en un ambiente de fiesta y entre risas, pueden ser muy graciosas, pero que dañan y perjudican seriamente la imagen y reputación en la red.

Pero lo peor de todo es que, según como sea el grado de privacidad de un usuario en la red social, se puede tener abierto el paso para que cualquier persona (aunque no la conozca ni pertenezca a su círculo más íntimo) pueda etiquetar cualquier tipo de imagen o vídeo con el nombre de ese usuario.

Es muy recomendable, por tanto, activar al máximo la seguridad y privacidad y dejar marcadas las opciones que hacen que, en caso de que alguien quiera etiquetar a alguien en alguna foto/vídeo, le llegue una comunicación solicitando permiso para hacerlo.

4. Cuidar el lenguaje.

Una de las cosas que más va a tener en cuenta el fisgón de recursos humanos que se meta en el muro de un candidato, es ver la forma en que se expresa y el lenguaje que utiliza.

Hay que procurar escribir con corrección, sin utilizar el lenguaje del SMS, comprobando las faltas de ortografía y las construcciones gramaticales. El puesto de trabajo que le espera va a depender muy directamente de cómo se exprese con sus amigos.

No se debe utilizar un lenguaje soez, agresivo o discriminatorio hacia otras personas, colectivos, culturas, condiciones sexuales, religiones, géneros, razas...

Se debe ser elegante y correcto en el trato y a la hora de explicar el estado de ánimo de cada uno, hay que ser lo más prudente posible.

El responsable de personal que busca un trabajador "ideal" para su empresa se preocupará en comprobar si el candidato está deprimido, su estado es extrañamente eufórico o se comporta de manera agresiva con otros usuarios.

Fuente: 20minutos.es